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Conversación siniestra “El cine de terror es una forma de resistencia”

Conversación siniestra “El cine de terror es una forma de resistencia”

Los directores Simón Hernández y Juan Diego Escobar estarán presentes en el Panorama de cine colombiano con el documental La Venganza de Jairo y la película de terror, Luz. Ambos cineastas conversaron acerca de Jairo Pinilla, pionero del cine fantástico y de terror de serie B en Colombia desde los años 70. Comentarios recogidos por Jhon Uribe

 

 

Simón Hernández: Jairo Pinilla es el precursor del cine fantástico y de terror en Colombia, incluso sin él darse cuenta, porque es una persona muy inocente. Yo quería  comprender sus búsquedas, entenderlo. Me interesa la serie B y el contexto de personajes “fricks” del cine como Zé do Caixão (José Mojica Marins) en Brasil y como el mismo Jairo. Precisamente esta película me ayudó a entender cómo se vive el cine de terror y fantástico en Colombia, el mercado que existe, los subgéneros, a pesar de que en el país todavía es muy escueta y obtusa la manera de ver el cine y lo que puede llegar a tratar. Yo quería extrapolarme hacia un documental “inútil”, un documental que no está solucionando nada, que no está contando una historia del conflicto, ni hablando de las víctimas, sino contando otro relato, con otra estética. Y reconozco que, en el fondo, se trataba de hacerle un homenaje a Jairo, porque muchos se burlan y no lo toman en serio; ignorando quizás que su obra es abundante e importante.

 

 

Juan Diego Escobar: Yo siempre había querido conocer a Jairo y lo hice en el Festival de cine de Cartagena. Está “más loco que una cabra”, loco en el buen sentido de la palabra, es brutal hablar con él, es todo un personaje. Yo pasé de ver Spaghetti Western, un cine con bastante presupuesto, a ver mucho cine de terror donde me encontré con Jairo Pinilla y con Carlos Mayolo. Era fantástico ver películas como las de Jairo, quien con tan poco dinero llenaba salas en Colombia y en México.  Pasaron los años y ya nadie más hacía cine de terror aparte de Jaime Osorio. En Brasil adoran a Zé do Caixão, quien es su figura fundacional de serie B, pero en Colombia ni se conoce a Jairo Pinilla, cuando es un director que debería ser tomado en cuenta por el cine latinoamericano como referente del género de terror.

 

 

S.H.: Así es. Jairo dice que hay toda una conspiración en su contra para no dejarlo hacer cine. Yo creo q es una sumatoria de muchas cosas. Para poder hacer cine en esa época los realizadores se endeudaban completamente, hipotecaban los bienes familiares, vendían todo, entregaban todo. Y no solo fue Jairo quien más perdió, sino también Carlos Mayolo, Luis Ospina. Todos en esa generación perdieron algo y ahora Proimágenes es dueña de parte de su filmografía debido a esas deudas. Jairo en 1986 pide un préstamo a Focine (Compañía para el Fomento Cinematográfico 1978 -1993), no lo paga, y por eso le quitan toda su filmografía. Es en ese momento que él decide desaparecer. Pero también actualmente ha habido muy poco interés en darle un espacio. Por ejemplo, Jairo tiene escrita una serie de terror clase B, algo así como El cigarrillo asesino o La silla satánica. Nosotros intentamos hablar con algunas personas para que le dieran un pequeño espacio en televisión, tal vez un viernes a las12 de la noche, con un millón de pesos; que lo dejaran mostrar su quehacer, pero tampoco les interesó. Jairo no encaja dentro del molde de lo que la gente espera acá con su norte tan Hollywood Miami, que cierra la perspectiva y hace que el país se pierda de cosas maravillosas de la cultura como lo es él.

 

Jairo Pinilla, precursor del cine de horror Colombiano

 

J.D.E.: A los que hacemos cine de terror en Colombia nos dicen rezagados o bastardos del cine, cuando en realidad en el mundo, el cine fantástico y de terror es explotable y vendible. Jairo también triunfó en México y Alejandro Jodorowsky tuvo que irse a México porque no tuvo eco en Chile. La historia se repite años después en los 90 con directores latinoamericanos como Adrián García Bogliano. Nadie es profeta en su tierra. Ojalá en Colombia pudiésemos tener más apoyo, que comprendieran que nuestro cine es rentable. No se puede permitir que el cine sea visto como una extensión de la televisión, en donde se dan unas comedias con unas formas predeterminadas en las que lo único distinto es la colorización.  Eso termina siendo un mecanismo de control social.

 

Juan Diego Escobar Alzate

 

S.H.: El caso de Jairo es muy complejo porque le decomisan todas las latas de películas y los rushes, y aun así, le queda una deuda. El logra salvar de un lado y del otro un frankenstein de rollos de baja calidad, que estaban repartidos como copias de exhibición en distintas ciudades de Colombia. Yo creo que para un artista es muy importante poder preservar los derechos sobre sus obras, evidentemente no solo por el romanticismo de entregarlo todo por hacer un filme, sino porque las películas son a su vez un patrimonio explotable y un rastro de inmortalidad. Ahora bien, que a Jairo al final de cada presentación se le acerque un grupo de gente y lo llame maestro y le pregunte por un efecto, por una historia, o un poster, es un reconocimiento maravilloso a su legado.

 

Simón Hernández

 

 

J.D.E.: Sin duda, si el objetivo fuera tener reconocimiento, yo no haría cine de terror, y no haría cine de terror en Colombia. Me identifico con las ideas de Jodorowsky y hago cine para sanar y ayudar a sanar, para dejar ir todos mis miedos. No lo hago por el reconocimiento, sino por intentar ser la mejor persona que puedo ser. Todo lo que hacemos queda y es un legado, aun más hoy con la internet, con la cual estamos en todas partes. No obstante, es importante también ser comprendido en tu propia tierra, porque seguramente hay una razón para hacer cine de terror desde ese lugar. Yo me he cuestionado el porqué lo hago y una de las razones es porque siempre me ha gustado la resistencia, y mal que bien, el cine de terror es una forma de resistencia. Jairo lo sabe.