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«La casa» de Jorge Olguin es un «FAST-PACED THRILLER»

«La casa» de Jorge Olguin es un «FAST-PACED THRILLER»

 

Hace 18 años, un joven Chileno de 21 años, sorprendía a propios y extraños, estrenando en el Festival Internacional de cine de Mar del Plata, una película de horror titulada “Ángel Negro”. En esa época, no era habitual que haya producciones Latinoamericanas de horror y menos dirigidas por un realizador de esa edad. El único referente conocido por nuestras tierras era la ya mítica “Plaza Zombie” (1997) de Farsa Producciones.

 

Olguin acompaño la proyección de su body count e inspiro a más de un aspirante a realizador que presencio la proyección.  “Ángel Negro”, protagonizado por una estupenda Blanca Lewin, era una película deudora del subgénero de recuento de cadáveres, pero con algún elemento paranormal.

 

 

La producción de Jorge Olguin continuo y un par de años después, se inicio un culto detrás de su nuevo opus de vampiros, titulado “Sangre Eterna”, el cual también protagonizo su actriz fetiche de ese momento, Blanca Lewin. Sus estética dark y su acertada dirección de arte y modernos vestuarios, hizo que la película convoque a muchos jóvenes que luego le rendirían homenaje en diferentes desprendimientos de la producción.

 

 

Su potencia y nervio a la hora de filmar con bajos recursos, lo convirtieron en un referente en Latinoamérica y lo visibilizaron ante los ojos atentos de productores extranjeros. Luego de un periplo por el Norte, en donde estuvo vinculado a varios proyectos con pesos pesados del cine hollywoodense, Olguin rodó otra película de bajo presupuesto y con tintes post apocalípticos titulada “Solos” (2009). En ella, después que un virus transforma a la mayor parte de la población de la Tierra en zombies, un pequeño grupo de niños inmunes se dirigen hacia la potencial seguridad del océano. “Solos” como sus anteriores películas, tuvieron un largo recorrido internacional, con ediciones en varios países extranjeros y buena repercusión en festivales especializados.

 

 

En 2012, llegaría “Caleuche, el llamado del Mar”, una producción enorme que en principio protagonizaría Leonor Varela y que luego fue sustituida por Giselle Itié. La película narra, libremente, la historia de El Caleuche​ una de las leyendas más importantes de Chile y de Latinoamérica. La película incluye varias referencias al estilo y obra del escritor norteamericano H. P. Lovecraft, el mismo Olguín contó que a medida que iba investigando sobre los mitos de Chiloé descubrió que concordaban con la atmósfera creada por Lovecraft en sus relatos. “Caleuche” no fue de las mejores experiencias para Jorge, pero si le sirvió de trampolín para continuar engrosando su filmografía dentro del género.

 

En 2014, llegaría “Gritos del Bosque”, la primera película de horror chilena filmada en 3 dimensiones, protagonizada por  Fernanda Urrejola, Carolina Arredondo, Wil Edgar y Paulo Brunetti. La película cuenta con la particularidad de tener diálogos en tres idiomas: español, inglés y mapudungun.

 

 

“Gritos del bosque” le dio la oportunidad de volver a Mar del Plata para presentarla dentro de la sección “Las venas abiertas”

 

“La casa” es un fast-paced thriller en el cual demuestra su maestría para la puesta en escena y su habilidad para generar climas con escasos recursos. Rodada en tres exhaustivas jornadas en la mítica Casona Dubois, en la comuna de Quinta Normal en Santiago, que está abandonada y, supuestamente, maldita.

 

Con referencias directas de películas como «Rec» de Paco Plaza o «La soga» de Alfred Hitchcock, pero dialogando directamente con la película Uruguaya, «La casa Muda» (2011) de Gustavo Hernadez. Con esta ultima, no solo comparte clima y estructura formal, sino que también ambas películas simulan estar rodadas en un único plano secuencia.

 

Dicen que muchas veces la realidad supera a la ficción, pero en el caso concreto de “La Casa”, nadie podría haber imaginado que a un mes y medio de la fecha prevista para su estreno comercial en Chile, se desataría una situación calcada a la que el propio Olguin había planteado en el papel.

 

 

“Quería situar la película en una noche en los 80s en medio de un toque de queda, para que las nuevas generaciones entiendan lo complejo de la situación. Pero dadas las circunstancias que atraviesan hoy en día mi país, podría sencillamente cambiar la temporalidad y situarla en el presente, que nadie podría notar la diferencia” comento el director en el Q&A posterior a la función.

 

 

 

Acompañado por sus colaboradores más cercanos como Carol Campos, productora y una de las protagonistas de la película, y los productores ejecutivos Astrid Varas y Jorge López Vidales, Olguin regresa a al cine independiente para demostrar porque es uno de los pioneros del cine de género Latinoamericano moderno.

 

El tour de forcé técnico – Olguin no solo dirigió la película sino que hizo cámara, fotografía, música, producción y varias cosas más – , se suma al actoral, en donde Gabriel Cañas se lleva el aplauso final con casi un unipersonal en el que demuestra su capacidad interpretativa y su notable control de los matices.  Muy buenos aportes de Carol Campos y Camila Carreño.

 

 

El rodaje de la película estuvo atravesado por eventos que van más allá de la mera anécdota y que cuestionaron en varias ocasiones el escepticismo del más radical.

 

Queda en el espectador terminar de completar la experiencia y decidir hasta donde la película funciona o no a la hora de generar tensión.

 

El traslado de la copia de proyección también tuvo que atravesar varias dificultades dada la situación social que vive el país hermano. El DCP estuvo retenido – junto con Astrid Varas – en el aeropuerto de Chile durante varias horas, amenazando con frustrar su premiere mundial.

 

Queda por esperar a saber si habrá que reprogramar el estreno comercial en Chile, pero sin duda alguna, le espera un largo recorrido por festivales internacionales.

 

«La casa» es la foto de una época convulsionada y trascendental para toda America Latina.