“Casting” la primera película Boliviana de terror liberada online
Los directores Juan Pablo Ritcher y Denisse Arancibia liberaron esta semana su película “Casting”, primera película de horror Boliviana, para que pueda ser disfrutada durante el aislamiento obligatorio por el Coronavirus.
“Casting” es una película de terror boliviana, es el primer largometraje de terror que desarrolló Bolivia, dirigida en su mayoría por Denisse Arancibia y Juan Pablo Richter tiene un contenido de terror Gore, fue estrenada en Bolivia el 30 de diciembre de 2010.
Un día de abril llegué bien cansado a mi casa. Entonces sonó mi teléfono, era Denisse Arancibia: ‘¿Quieres hacer una peli para matarnos de risa?’, me propuso. Así empezamos con una película de terror”, cuenta Juan Pablo Ritcher, codirector y coguionista del filme.
Compañeros de estudios en la Universidad Católica Boliviana, a pesar de tener estilos diferentes, Arancibia y Ritcher emprendieron un filme independiente, en coproducción con Naira Films y con el apoyo de El Búnker, con actores experimentados a los que conocían y que fueron seleccionados previamente, según el perfil de cada uno.
“Ha sido ante la pura necesidad de hacer una película que nos guste, que defendamos y que sea una propuesta de género”, agrega Arancibia. “Es el tipo de cine que nos gusta. Nos abre un espacio en el cine comercial y entretenido, tiene hasta sus partes sangrientas y gore, pero la propuesta ha sido muy pensada. Es además un cine dentro del cine, los personajes que participan son cineastas. Nos ha gustado mucho reflejarnos allí.”
El relato pone en pantalla a un disturbado equipo de jóvenes aspirantes a realizadores, que en sucesivas sesiones pretenden, o simulan, “buscar” la actriz ideal para una película de terror. Las candidatas están obligadas a mostrar sus agallas en largas sesiones de tortura, a las cuales no pueden declinar una vez puesto en marcha un repertorio que incluye pruebas tan extrañas como incisiones en distintos lugares del cuerpo con instrumentos punzo cortantes de variopinto tamaño, el uso de cigarrillos y sopletes para llagar a fuego la piel, el aplastamiento de los dedos del pie a punta de martillo y otras cosas retorcidas que van dejando a las chicas en calidad de despojos sangrantes. Esto, alternado con las explicaciones directas a cámara por el director, la productora y el camarógrafo que explayan sus disparatados criterios acerca del arte y del sentido estético-dramático de las sevicias.
La película de cerca de 90 minutos se filmó en una semana el mes de abril, con la predominancia de una locación. “Se trata de una propuesta diferente, joven y sin pretensiones. Si bien es de bajo presupuesto, es una película que ha respondido al cultivo de nuestro amor por el oficio. Si te gusta este género, te vas a divertir”, agrega Arancibia.